¿En qué casos se realiza el pago de la parte?
En caso de separación: divorcio, ruptura de pareja de hecho, fin de convivencia
La vida a veces nos lleva por caminos diferentes. Si estás en proceso de divorcio, terminando una pareja de hecho o una relación de convivencia, el pago de la parte puede ser una solución para mantener tu propiedad inmobiliaria y convertirte en el único propietario. Primero, es necesario determinar el valor del bien y formalizar el acto ante notario. Esta operación es común en casos de divorcio. Puede involucrar términos legales como la desolidarización, la liquidación del régimen económico matrimonial, o incluso una indemnización compensatoria.
En caso de sucesión
Cuando una propiedad inmobiliaria es heredada por varias personas, generalmente se mantiene en comunidad de bienes. Si uno de los herederos desea convertirse en el único propietario, se puede considerar el pago de la parte. El primer paso es estimar el valor actual del bien inmobiliario y luego formalizar el procedimiento ante notario. Es un método común para gestionar esta operación en casos de sucesión, ayudando a evitar conflictos familiares. También puede aplicarse cuando un heredero desea comprar las participaciones de los demás herederos para obtener la propiedad total.
Para salir de una comunidad de bienes
Si varios co-propietarios poseen un bien inmueble en comunidad de bienes y la situación se vuelve complicada, el pago de la parte es una opción que permite a uno de los copropietarios comprar las participaciones de los demás para convertirse en propietario único. Esto permite resolver una comunidad de bienes, a menudo después de un acuerdo amistoso o de un procedimiento más formal ante notario.
Para realizar una partición de bienes
En el contexto familiar, es posible realizar un pago de la parte para efectuar una partición de bienes. Esto permite distribuir de manera equitativa una propiedad inmobiliaria entre los herederos mientras se facilita el proceso. También se puede utilizar para evitar conflictos familiares, permitiendo que un heredero o conviviente se convierta en propietario de un bien en comunidad de bienes.