15.05.2025

Las condiciones para obtener una hipoteca

Llevas meses, o incluso años, ahorrando, y por fin has reunido una cantidad interesante en tu cuenta. Podrías gastarla en un descapotable nuevo o unas vacaciones de lujo en las Islas Caimán, pero la llamada del ladrillo es más fuerte: ha llegado el momento de invertir en vivienda, y eso pasa, casi siempre, por solicitar una hipoteca.

No existe una fórmula mágica para que el banco te conceda un préstamo hipotecario, ya que cada entidad evalúa los expedientes de forma personalizada. Sin embargo, hay ciertos criterios clave que pueden inclinar la balanza a tu favor.

A continuación, te mostramos las condiciones ideales para conseguir tu hipoteca en España.

La aportación personal, una condición imprescindible

Para cumplir con los requisitos para obtener una hipoteca en España, tendrás que poner algo de tu parte… y no es una metáfora. En la mayoría de los casos, los bancos exigen una aportación personal, es decir, que financies una parte de la operación con tus propios ahorros. Esta cantidad suele destinarse a cubrir los gastos asociados a la compraventa, como los gastos de notaría, registro, impuestos, gestoría o comisión de apertura.

En realidad, la aportación inicial es mucho más que eso: demuestra tu implicación, tu capacidad de ahorro y tu compromiso con la operación. Esto genera confianza en el banco, que tiende a conceder más fácilmente el préstamo a los perfiles que gestionan bien sus finanzas.

Normalmente, la aportación mínima suele ser de al menos el 10 % del precio del inmueble, aunque en la práctica, muchos bancos requieren entre el 20 % y el 30 % del valor del inmueble, ya que no financian los gastos asociados. Esta tendencia se ha reforzado con la subida de tipos de interés y el endurecimiento de los criterios de concesión por parte de las entidades bancarias, a pesar de la flexibilización parcial del límite de usura (tasa de usura legal) fijado por el Banco de España.

¿Y qué pasa con las hipotecas sin aportación? Existen, pero son muy poco frecuentes. Se conoce como hipoteca al 100 % o incluso al 110 %, y están generalmente reservadas a compradores con alta solvencia, inversores, o bien a jóvenes con empleo estable y buen historial financiero, especialmente si son primeros compradores (primoaccedentes).

La tasa de endeudamiento, un límite clave en la concesión del préstamo

Aunque los bancos tienen la última palabra a la hora de aceptar o rechazar una hipoteca, no pueden actuar sin límites. En España, aunque no existe un tope legal obligatorio como tal, el Banco de España recomienda que la tasa de esfuerzo del solicitante no supere el 35 % de sus ingresos netos, salvo excepciones justificadas. Además, la duración máxima recomendada para un préstamo hipotecario suele ser de 25 a 30 años, dependiendo del perfil del cliente.

La tasa de endeudamiento (también llamada tasa de esfuerzo) representa el porcentaje de tus ingresos netos que destinas a pagar tus gastos fijos y las cuotas de tus préstamos (incluyendo el futuro préstamo hipotecario).

La fórmula para calcularla es muy sencilla:

(total de gastos mensuales / ingresos netos mensuales) × 100

Veamos un ejemplo:

  • Martín gana 2.500 € netos al mes.

  • Paga 450 € de alquiler.

  • Su suscripción al gimnasio cuesta 25 €.

  • Además, paga 50 € mensuales por un préstamo personal.

Cálculo:

[(450 + 25 + 50) / 2500] × 100 = (525 / 2500) × 100 = 21 %

La tasa de endeudamiento de Martín es del 21 %.
Si no quiere superar el umbral recomendado del 35 %, la cuota de su futura hipoteca no debería exceder los 350 € al mes.

Superar ese umbral puede ser motivo de rechazo por parte del banco, ya que un endeudamiento elevado aumenta el riesgo de impago y disminuye la solvencia del perfil ante la entidad financiera.

La situación laboral, un criterio determinante

A la hora de presentar tu solicitud de hipoteca, uno de los primeros aspectos que evaluará el banco será tu situación laboral. Las entidades financieras prestan especial atención a este punto porque afecta directamente a tu capacidad de reembolso. Una situación profesional estable se traduce en ingresos regulares, lo que refuerza la confianza del banco en tu solvencia para afrontar las cuotas mensuales.

Por esta razón, los trabajadores con contrato indefinido (CDI en Francia, contrato indefinido en España) son muy valorados por los bancos. Cuanto más tiempo lleves en la misma empresa con un contrato estable, mejor será tu perfil a ojos de la entidad. Los funcionarios también parten con una gran ventaja, debido a la seguridad contractual que ofrece su estatus dentro de la administración pública.

¿Y qué pasa con otros perfiles como los contratados temporales, autónomos o empresarios? No te preocupes, también pueden acceder a una hipoteca. Sin embargo, las condiciones de concesión serán más estrictas.

  • Si tienes un contrato temporal (obra y servicio, eventual, interinidad…), deberás demostrar ingresos estables y recurrentes, a pesar del carácter no indefinido del contrato.

  • Para los autónomos o empresarios (autónomos societarios, gerentes, etc.), el banco analizará la antigüedad de la actividad (normalmente mínimo 3 años) y la rentabilidad del negocio. También pueden solicitarte informes contables, declaraciones de IVA, IRPF, o modelos 100 y 130.

En algunos casos, el banco puede exigirte una garantía adicional como una hipoteca sobre otro bien, un avalista, o una caución solidaria.

La salud financiera, un aspecto que no se puede pasar por alto

Gestionar bien tu presupuesto no solo es beneficioso para ti, sino que también es muy valorado por las entidades financieras. Deberás demostrar, mediante tus extractos bancarios, que sabes controlar tus finanzas. Por eso es importante evitar números rojos, no retirar regularmente dinero de tus cuentas de ahorro y tener el menor número posible de préstamos en curso.

También debes prestar atención a tus gastos diarios, asegurándote de no vivir por encima de tus posibilidades. Si tu remanente mensual (lo que te queda tras pagar gastos y deudas) es elevado, el banco lo verá como una muestra de tu capacidad de ahorro y de solvencia para afrontar una hipoteca.

Una buena práctica es anotar todos tus gastos (¡todos!) en un Excel o en una app de control financiero. Es una excelente forma de tener una visión clara de tu presupuesto mensual y de optimizar la gestión de tus cuentas.

El seguro del préstamo, una protección inevitable

Por muy sólido que sea tu perfil financiero, vas a tener que contratar un seguro de vida vinculado a tu hipoteca. Aunque no es obligatorio por ley, prácticamente ningún banco concede una hipoteca sin este seguro.

Y no es una simple formalidad: en caso de imprevistos graves (incapacidad laboral, invalidez, fallecimiento…), el seguro hipotecario se encarga de pagar parte o la totalidad de las cuotas pendientes. Para el banco, es una garantía de reembolso. Para ti, es un escudo frente a los riesgos de la vida.

El inconveniente es su coste: puede representar hasta un tercio de la Tasa Anual Equivalente (TAE) de tu préstamo. Por suerte, la situación ha cambiado en los últimos años. La Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario de 2019 puso fin al monopolio de los bancos sobre este tipo de seguros, permitiendo a los clientes elegir libremente su aseguradora, siempre que se ofrezcan coberturas equivalentes.

Gracias a esta apertura, han aparecido nuevos actores digitales con tarifas más competitivas y servicios mucho más ágiles.

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Lo esencial que debes recordar

Cada solicitud de hipoteca se estudia de forma individual, pero hay ciertas condiciones clave que son prácticamente imprescindibles:

  • La aportación personal suele situarse entre el 10 % y el 35 % del coste total del inmueble. Las hipotecas sin entrada (financiación al 100 % o 110 %) son muy poco comunes.
  • La tasa de endeudamiento no debe superar el 35 % de los ingresos netos mensuales, salvo excepciones justificadas.
  • Es preferible contar con una situación laboral estable (contrato indefinido) o poder demostrar ingresos regulares y sostenidos.
  • Una buena gestión de las cuentas bancarias también se valora: sin descubiertos, sin excesivos préstamos, y con capacidad de ahorro.
  • Contratar un seguro vinculado al préstamo es prácticamente obligatorio. Las aseguradoras digitales de nueva generación, como Assurly, permiten ahorrar significativamente en comparación con los seguros tradicionales.
Sylvain