22.05.2025
Aval bancario para hipoteca: ¿cómo funciona?
Antes de conceder una hipoteca, los bancos españoles quieren minimizar el riesgo de impago. Por eso, imponen una serie de condiciones, entre ellas una garantía que les asegure recuperar su dinero. Una de las más comunes en España es el aval bancario. En este artículo te explicamos en qué consiste, quién puede ser avalista, sus tipos, ventajas y todo lo que necesitas saber si estás solicitando una hipoteca.
¿Qué es un aval hipotecario?
Un aval hipotecario es una garantía financiera ofrecida por un tercero, denominado avalista, que se compromete a pagar la deuda si el titular del préstamo no puede hacerlo. En el ordenamiento jurídico español, esta figura está regulada en el Código Civil, artículos 1822 y siguientes.
Este tipo de garantía se usa como alternativa a otras formas tradicionales, como la hipoteca sobre el inmueble o el depósito en efectivo. Es común cuando el perfil financiero del solicitante no es del todo sólido (por ejemplo, jóvenes, autónomos o trabajadores con contrato temporal).
En este contexto, el avalista firma un contrato junto con el banco, donde acepta responder con sus bienes presentes y futuros si el titular de la hipoteca incurre en impagos.
¿Quién puede avalar una hipoteca?
Cualquier persona física con solvencia económica demostrada puede ser avalista: padres, familiares, amigos cercanos o incluso un empleador. En algunos casos, también pueden actuar como avalistas personas jurídicas, como empresas o sociedades.
En España, las entidades financieras exigen que el avalista tenga ingresos estables y patrimonio suficiente para asumir el préstamo en caso de impago. Además, debe firmar un contrato donde consten claramente los términos del aval: importe máximo garantizado, duración, condiciones de ejecución…
Importante: el avalista se compromete con todo su patrimonio, salvo que se establezca expresamente lo contrario.
Tipos de aval hipotecario
En España existen dos tipos principales de aval en préstamos hipotecarios, con implicaciones diferentes para el avalista:
Aval simple
En este tipo, el banco debe agotar primero todas las vías posibles para cobrar la deuda al titular de la hipoteca antes de dirigirse al avalista. Es decir, el avalista solo entra en juego cuando se ha demostrado judicialmente que el deudor no puede pagar.
Aval solidario
Es el más utilizado por los bancos. Permite a la entidad reclamar directamente al avalista desde el primer impago, sin necesidad de agotar otras vías. Es un compromiso muy fuerte, y por eso es el más habitual en hipotecas españolas. La mayoría de los contratos de préstamo lo incluyen por defecto.
¿Se puede recuperar el dinero del aval?
En el caso del aval ofrecido por una persona física, no hay posibilidad de recuperar dinero, ya que no hay aportación económica directa.
En España, no existen organismos privados tipo “Crédit Logement” como en Francia que gestionen avales hipotecarios colectivos con devolución parcial. Por tanto, el avalista no recibe compensación económica alguna, ni al inicio ni al finalizar el préstamo.
Sin embargo, algunas Comunidades Autónomas o programas sociales (como el Aval Joven en Andalucía o Madrid) ofrecen garantías parciales del Estado para jóvenes menores de 35 años, pero no se trata de avales tradicionales, sino de ayudas públicas específicas.
Ventajas del aval frente a otras garantías
El aval bancario tiene varias ventajas frente a otras fórmulas como la hipoteca directa sobre el inmueble o el depósito de fianzas:
-
No es necesario formalizar una hipoteca sobre un bien: esto evita gastos de notaría, inscripción en el Registro de la Propiedad y comisiones de cancelación anticipada.
-
Reducción de costes iniciales: no se paga el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) por constituir un aval personal.
-
Tramitación más rápida: en general, el proceso es más ágil que constituir una garantía real.
No obstante, hay que tener en cuenta dos desventajas importantes:
-
Puede ser denegado por el banco si considera que el avalista no tiene solvencia suficiente.
-
Es una gran responsabilidad para el avalista, que puede ver comprometido su patrimonio personal si se activa el aval.
¿El aval sustituye al seguro de vida hipotecario?
No. Son garantías distintas y complementarias.
-
El aval hipotecario protege al banco: si el titular no paga, el avalista asume la deuda.
-
El seguro de vida o de protección de pagos protege al titular y su familia en caso de fallecimiento, invalidez o desempleo. En España, no es obligatorio por ley, pero los bancos lo exigen casi siempre como condición para ofrecer mejores condiciones (tipo de interés bonificado).
Desde la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario (LCCI) de 2019, tienes derecho a elegir libremente tu seguro hipotecario, lo que ha impulsado la competencia y el ahorro para los consumidores. Hoy en día, compañías digitales como Assurly ofrecen seguros 100 % online, personalizables y más económicos.
Lo más importante para recordar
-
El aval hipotecario implica que un tercero se compromete a pagar tu hipoteca si tú no puedes hacerlo.
-
En España, lo más habitual es el aval solidario, que permite al banco reclamar al avalista desde el primer impago.
-
No existe devolución del aval como en Francia: el avalista no recupera dinero.
-
Es una garantía menos costosa que la hipoteca y permite evitar muchos gastos notariales y registrales.
-
No sustituye al seguro de vida hipotecario, que sigue siendo necesario para protegerte ante los imprevistos de la vida.
🏡 ¿Estás buscando una hipoteca con las mejores condiciones?
No olvides comparar diferentes entidades y evaluar las garantías exigidas (aval, hipoteca, seguro…). Y si necesitas asesoramiento, contacta con expertos o usa comparadores online para encontrar la mejor opción en función de tu perfil.