¿Qué alternativas existen al seguro de vida?
Para poder prescindir del seguro, el prestatario deberá ofrecer garantías suficientes al banco. Las alternativas más habituales en España son:
1. Hipoteca sobre otro inmueble
Si el prestatario tiene un patrimonio inmobiliario importante, puede ofrecer otro bien como garantía hipotecaria. En este caso, el banco podrá ejecutar esta propiedad si se produce un impago.
Normalmente, el importe del préstamo no debe superar el 50 % del valor del inmueble en garantía, para cubrir posibles depreciaciones y costes judiciales.
2. Pignoramiento de activos financieros
También llamado “prenda financiera”, consiste en comprometer un activo líquido o financiero (cuenta de ahorro, fondo de inversión, seguro de vida, cartera de acciones…). En caso de impago, el banco podrá utilizar esos activos para cubrir la deuda restante.
Este sistema se recomienda para préstamos de importe moderado y a corto plazo, o cuando el prestatario dispone de un patrimonio financiero sólido.
3. Aval o fianza personal
Consiste en pedir a un tercero que actúe como avalista. En caso de impago, este se compromete legalmente a reembolsar el préstamo. El avalista debe tener una buena capacidad financiera y solvencia demostrable.
También existen sociedades de garantía recíproca (SGR) o entidades privadas que ofrecen este tipo de servicio a cambio de una comisión (similar a la “commission de caution” en Francia).