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Beneficiario

El beneficiario es una persona física o jurídica que recibe el reembolso pagado por la aseguradora en caso de fallecimiento del asegurado. En el marco de un seguro de crédito, se trata de la entidad crediticia. Por defecto, la cláusula beneficiaria indicada en el contrato de seguro de fallecimiento o invalidez designa a la entidad crediticia como única beneficiaria del pago del capital pendiente liquidado por la aseguradora. En casos más excepcionales, se dirige a los herederos. Por otra parte, si la garantía por fallecimiento no figura en el contrato del prestatario, los herederos deben saldar las deudas del fallecido. Asimismo, la renuncia a la herencia no borra los capitales contraídos por el deudor en vida. Aunque es opcional, el seguro de préstamo sigue siendo una protección sólida, tanto para el banco prestamista como para los derechohabientes, contra el riesgo de endeudamiento. Sin embargo, la cláusula beneficiaria puede suponer un inconveniente para los herederos, que deben pagar elevados derechos de sucesión sobre los bienes adquiridos (mediante el reembolso de la aseguradora). Se trata de un impuesto que se paga sobre el patrimonio transmitido por el fallecido a sus herederos y que aumenta en función del patrimonio sucesorio del fallecido. Para evitarlo, el tomador del seguro puede solicitar modificar la cláusula incluida en el contrato de acuerdo con el banco:
  • O bien designando a un heredero que se comprometa a reembolsar el capital pendiente;
  • O bien sustituyendo la cláusula beneficiaria por una cláusula de depósito.
La cláusula de depósito permite, en el caso de una empresa, designar a un notario como beneficiario. De este modo, la aseguradora le abonará las indemnizaciones, que conservará hasta el reembolso total del préstamo. Así, en caso de transmisión, los derechos de sucesión se reducen. Cabe señalar que corresponde a la aseguradora redactar la cláusula beneficiaria designando con precisión al beneficiario o beneficiarios. Además, sigue siendo importante hacer valer la delegación de seguro cuando se trata de una solicitud de préstamo. Este trámite no solo permite obtener una mejor tasa de seguro, sino que también permite incluir la cláusula de depósito en el contrato. En efecto, la cláusula beneficiaria puede modificarse más fácilmente con un contrato individual que con un contrato colectivo ofrecido por el banco. Si desea obtener más información sobre el seguro de crédito: