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SCII
La SCII o Sociedad Civil de Inversión Inmobiliaria es una entidad que recauda fondos de varios inversores particulares para invertir en inmuebles de alquiler. También conocida como «pierre-papier», se trata de una inversión a largo plazo. Su funcionamiento colectivo permite que muchas personas que desean entrar en el mercado inmobiliario puedan acceder fácilmente a él. Al poner en común sus recursos financieros, pueden adquirir y gestionar una cartera diversificada de bienes inmuebles (viviendas, oficinas, locales comerciales, etc.).
Un inversor puede realizar inversiones en una o varias participaciones de una SCII. Cada socio se convierte, en cierto modo, en copropietario de un patrimonio inmobiliario. Sin embargo, no se encarga él mismo de la gestión inmobiliaria. La sociedad gestora de la SCII se encarga de todo (adquisición del parque inmobiliario, renovación, alquiler, mantenimiento y revalorización).
A cambio de la suma invertida, cada socio percibe dividendos procedentes de los alquileres pagados por los inquilinos de los inmuebles. El importe de estos ingresos depende del número de participaciones que cada inversor posea en la SCII. Los ingresos se distribuyen a plazos regulares tras el plazo de disfrute, que suele oscilar entre 4 y 6 meses. Se trata del tiempo necesario para que la SCII invierta los fondos recaudados (búsqueda de activos inmobiliarios y puesta en alquiler).
Para responder a diferentes objetivos, existen tres tipos de SCII, a saber:
- la SCII fiscal (para la defiscalización),
- la SCII de rendimiento (para percibir ingresos por alquiler regulares)
- la SCII de plusvalía o SCII de capitalización (para la revalorización).