Retour
Impuesto sobre bienes inmuebles
El impuesto sobre bienes inmuebles es un impuesto local que se paga una vez al año. Se aplica tanto a los bienes inmuebles construidos (casas, apartamentos, aparcamientos, edificios industriales y comerciales, etc.) como a los bienes inmuebles no construidos (terrenos agrícolas, salinas, vías privadas, parques, canteras, jardines, campos de golf, etc.). Se recauda cada otoño por el municipio y su objetivo es constituir su tesorería. Los propietarios y usufructuarios de un bien inmueble son sujetos pasivos. Existen casos de exención (total o parcial) y de desgravación, pero son relativamente raros. Por otra parte, los inquilinos están exentos. No obstante, pueden estar obligados a pagar la tasa de recogida de basuras (TEOM).
A diferencia de los impuestos sobre la renta, el impuesto sobre bienes inmuebles no requiere declaración previa. La administración fiscal envía directamente el aviso de liquidación a los contribuyentes.
Para calcular el impuesto sobre bienes inmuebles, hay que tener en cuenta tres parámetros, como:
- el valor catastral del inmueble (con una deducción del 50 %);
- el tipo impositivo validado por las autoridades locales (departamentos y municipios);
- el coeficiente de revalorización, votado cada año por el Gobierno en la ley de finanzas.