El préstamo escalonado es una forma de préstamo
amortizable al que puede optar un
prestatario que desea financiar su
proyecto inmobiliario. También denominado préstamo liso, consiste en
agrupar los
reembolsos de dos o más
créditos inmobiliarios. Su objetivo es pagar una
cuota constante para evitar el riesgo de sobreendeudamiento. Los compradores de primera vivienda que solicitan diferentes préstamos subvencionados (por ejemplo, el
préstamo a tipo cero o
PTZ) para la adquisición de su
residencia principal suelen recurrir a esta solución. El préstamo escalonado permite, por tanto, contratar un
crédito inmobiliario mientras se sigue reembolsando los
préstamos anteriores. De este modo, el suscriptor podrá mantener un
endeudamiento constante durante todo el periodo de
amortización. El principio es sencillo. El prestatario toma cada
cuota mensual de sus créditos en curso y su
plazo de amortización. Define un vencimiento correspondiente a su ratio de endeudamiento y fija tramos. Cada vez que vence un
préstamo, aumenta la cuota mensual de los demás préstamos.
El préstamo escalonado permite, por lo tanto:
- reembolsar cuotas mensuales fijas durante toda la duración del crédito;
- controlar su índice de endeudamiento.
Sin embargo, estas ventajas tienen un coste. En efecto, la concesión de una nivelación por parte de la
entidad bancaria conlleva un
tipo de interés ligeramente más elevado. Al igual que en una
refinanciación de crédito, esta estructura financiera conlleva una
prolongación de la
duración del préstamo. Por lo tanto, es conveniente estudiar detenidamente su
situación financiera con la ayuda de un profesional antes de tomar una decisión.
Como en cualquier crédito, el
banquero obligará al prestatario a contratar un
seguro de crédito en el marco de un préstamo alisado. De este modo, se asegura de recuperar el
importe prestado. Por su parte, este contrato cubre al suscriptor en caso de siniestro que provoque una pérdida de autonomía o una invalidez. Incluye obligatoriamente garantías por fallecimiento y PTIA (pérdida total e irreversible de autonomía). Según su situación, el asegurado puede añadir diversas coberturas (por ejemplo, IPT o incapacidad permanente total, ITT o incapacidad total para trabajar).
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