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Anualidad

Un préstamo hipotecario puede reembolsarse en un solo pago (en una venencia) o en varias venencias, con pagos periódicos. La mensualidad es el pago que se realiza cada mes y la anualidad es el pago que se realiza cada año. Por lo tanto, la anualidad se refiere a la suma de dinero que un prestatario paga cada año para reembolsar su préstamo hipotecario. Se compone de una parte del capital prestado (amortización) y de los intereses pagados durante un año. Detallada en la tabla de amortización (calendario de pagos), su importe depende del importe total del crédito, de su duración y del tipo de interés. Existen dos tipos de anualidades, a saber:
  • la anualidad constante (progresiva)
  • la anualidad variable (degresiva).
En el primer caso, el prestatario paga las mismas cantidades cada año durante toda la duración del préstamo. Esto significa que la parte de los intereses disminuye progresivamente, mientras que la parte del capital aumenta. Esto crea un efecto de equilibrio que permite distribuir de forma equitativa la cantidad a pagar cada año, hasta el final del reembolso. En el segundo caso, el importe de las anualidades evoluciona, generalmente a la baja, con el tiempo. La parte de los intereses disminuye progresivamente, mientras que la de la amortización se mantiene igual. El cálculo de las anualidades permite al prestatario prever mejor el reembolso del préstamo. Al saber exactamente cuánto le costará su crédito hipotecario al año, podrá organizar sus gastos con mayor tranquilidad. No obstante, nadie está a salvo de circunstancias imprevistas que puedan afectar a su solvencia. De ahí la importancia de contratar un seguro de préstamo hipotecario. Se trata de una cobertura cuyo objetivo es proteger tanto a la entidad de crédito como al prestatario y a su familia. Si el asegurado queda invalido o fallece, la compañía de seguros se hace cargo de los pagos de las anualidades restantes. Si desea obtener más información sobre el seguro de préstamo: